Admirador confeso de Raymond Chandler, Connelly combina en su narrativa, y especialmente en esta entrega de los casos del investigador con nombre de pintor flamenco, la melancolía de los personajes de Chandler, en los que siempre subyace cierto abandono, y la dureza de acero y cristal que caracteriza a muchos de los creadores que escogen Los Ángeles como escenario principal para su ficción.
Una gran fortuna en busca de heredero, Harry Bosch vuelve a la acción.
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